San Cristóbal de La Laguna conocida popularmente como La Laguna, es la tercera urbe más poblada de Canarias con 150.661 habitantes. Se encuentra en el noreste de la isla de Tenerife, junto a Santa Cruz de Tenerife, con la que se encuentra prácticamente unida por lo que juntas tendrían una población de más de 370.331 habitantes. El núcleo urbano de La Laguna se encuentra en un altiplano en el interior de la isla.
La zona sobre la que actualmente se asienta la ciudad y el municipio de San Cristóbal de La Laguna ha estado poblada desde épocas guanches, hace aproximadamente 2.000 años, según atestiguan los yacimientos arqueológicos encontrados.
San Cristóbal de La Laguna fue fundada a la vera de la antigua laguna de Aguere, que (al igual que ocurrió en la Ciudad de México) se secó y dio lugar al crecimiento de la ciudad. Fue la capital de Canarias, y por ende, de Tenerife, tras la finalización de la conquista de las islas. Fundada entre 1496 y 1497 por el Adelantado Alonso Fernández de Lugo fue residencia de algunos capitanes generales y del Cabildo de Tenerife, por estar situada en el interior de la isla y con ello libre de saqueos por parte de los piratas.
La ciudad se fue formando poco a poco en los primeros siglos, asentándose en ella la élite y aristocracia de la época, así como el poder religioso. La Laguna fue en esta época la cuna de la Ilustración en Canarias. Como consecuencia de la tala de los bosques de alrededor de la laguna, la erosión pluvial desplazó la tierra de los mismos hacia abajo, cegando la mayor parte de la laguna y convirtiéndola en la fértil llanura conocida como Vega Lagunera. Con los años la ciudad fue perdiendo peso económico y poblacional respecto a su puerto, el Puerto de Santa Cruz de Tenerife, que en el siglo XIX logra con Fernando VII el traslado de la capitanía y la capitalidad insular desde La Laguna a Santa Cruz, a la vez que otros municipios iban segregándose, siendo el primero de ellos la Villa de La Orotava.
La Laguna logró mantenerse a flote gracias a que se había creado ya el Obispado de la diócesis Nivariense (antes sólo existía la diócesis de Canarias, con sede en Las Palmas de Gran Canaria) y la Universidad de La Laguna (a partir del colegio de los agustinos); instituciones otorgadas a La Laguna gracias a la acción de Cristóbal Bencomo, confesor de Fernando VII. La laguna acabó por secarse completamente y hoy ya no existe.
Desde que la ciudad perdió la capitalidad entró en un largo retardo de desarrollo frente a Santa Cruz, hasta que a mediados del siglo XX comenzó una imparable época de desarrollo urbanístico, particularmente en los barrios y sin afectar especialmente al casco histórico, que la han colocado nuevamente entre las principales ciudades del archipiélago.
Como nota de interés, cuando las tropas de Napoleón Bonaparte asediaban Cádiz (1810), durante la Guerra de Independencia, las Cortes de esa ciudad enviaron mensaje a Canarias trasladando la capitalidad de España. Como consecuencia de ese mensaje, se reunió en los Jardines de Nava la Junta Suprema de Canarias, con el ánimo de gobernar los territorios aún no ocupados por los franceses (Canarias y las colonias americanas, amén de Filipinas). También en Las Palmas de Gran Canaria se constituyó un órgano semejante, el Cabildo Permanente. Como recuerdo de ello, una pequeña plaza en la "villa de arriba" lleva el nombre de Plaza de la Junta Suprema, y en ella se yergue un monolito que tuvo hasta 2006 la inscripción FIDEL (lat. "fiel") y desde entonces hasta su desaparición en 2007 la inscripción "FIEL Y DE ILUSTRE HISTORIA" (el título oficial de la ciudad es 'Muy noble, leal, fiel y de ilustre historia Ciudad de San Cristóbal de La Laguna'). Sin embargo, las tropas francesas no tomaron Cádiz y las Cortes reasumieron su labor de gobierno. En 2007 el Ayuntamiento, en su campaña de peatonalización del Casco Histórico de la ciudad, cambió el pavimento de la Plaza de la Junta Suprema, eliminando el monolito en el proceso.
En torno a 1850, San Cristóbal de La Laguna absorbió a los entonces municipios independientes de Tejina, Punta del Hidalgo y Valle de Guerra.
La ciudad posee un escudo de armas concedido por Juana la Loca en 1510 a la entonces Villa de San Cristóbal de La Laguna (hoy Muy Noble, Leal, Fiel y de Ilustre Historia Ciudad de San Cristóbal de La Laguna), entonces capital de la isla de Tenerife, razón por la cual el escudo de la isla coincide (pero no completamente) con el de la ciudad.
En él se representa la isla de Tenerife como un volcán en erupción sobre el mar. Sobre ella, en el cantón siniestro del jefe (arriba a la derecha, visto de frente, lo que sería la izquierda del escudo) San Miguel, jefe de las milicias angelicales y patrón de los ejércitos, y acostados a la isla de Tenerife, al lado siniestro bajo San Miguel, Castilla y al lado diestro León, símbolos de la Corona. Timbrado de la Corona de los Trastámara. El escudo está rodeado de la divisa latina "Michael Arcangel veni in adjutorium populo dei. Thenerife me fecit" ("Miguel Arcángel acudió en ayuda del pueblo de Dios. Tenerife me hizo.") en el blasón rojo.
En la actualidad, si bien la heráldica de la ciudad no ha cambiado, el Ayuntamiento utiliza una imagen corporativa diferente. Desde la declaración de Patrimonio de la Humanidad es un logotipo moderno en púrpura y blanco (los colores tradicionales de la Ciudad) inspirado en la rosa de los vientos, con la que, según cuenta la Historia, el Adelantado Don Alonso Fernández de Lugo trazó las primeras calles de la ciudad. Inmediatamente antes, se utilizaba otro logotipo (con los mismos colores) en referencia al V Centenario de la fundación de la Ciudad.